Como una nota histórica, transcribimos un oficio del Gobernador de Guayaquil, dando cuenta del envío de armamento remitido a Cuenca el 23 de Noviembre de 1.810, a causa de los trastornos políticos ocurridos en Quito; ordenó el dicho Gobernador al Comandante del Real Cuerpo de Artillería, que remitiera auxilios de armamento a Cuenca.
La lista de estos armamentos bélicos enviados a dicha ciudad, se puso, el 6 de diciembre del propio año, en conocimiento del Virrey del Perú, para que este autorizara el envío de dichos artículos en reemplazo de los remitidos.
He aquí la relación autorizada por Don Francisco Guerrero:
Relación de las armas de chispa, fornituras, piedras para fusil y tiendas de campaña que se remiten de auxilio a la ciudad de Cuenca:
Fusiles de la nueva ordenanza con sus bayonetas y osaynas
para id. En 24 cajones………………………… 142
Cartucheras con sus porta bayonetas, en 24 cajones…. 254
Piedras de chispa para fusiles en 3 cajones procedentes de Panamá………………………………………1.867
Id. De estos almacenes………………………… 1.000
Tiendas de campaña en un lío………………….. ……8
Pilares para Id. En dos tercios……………….. …...16
Cumbreras para id. En dos tercios…………………..8
Estaquillas…………………………………….. 172
Mazetas………………………………………. 16
Cartuchos de fusil con bala……………………. 10.000
Cuerda mecha una arroba……………………. …… 1
Nota: Que los fusiles, fornituras y 1.867 piedras de chispa son procedentes del armamento que se trajo de la plaza de Panamá para la ciudad de Quito, por lo que no se solicita de estos útiles reemplazo alguno”. (Boletín de la Academia Nacional de Historia)
A partir de 1813, cuando se dispone Cuenca a dejar de ser la sede de la Real Audiencia como lo había venido siendo luego de los graves sucesos ocurridos en Quito; la tropa acantonada en Cuenca comienza a desbandarse y desertar.
La idea de emancipación del yugo español comienza a tomar fuerza en la región, y los soldados reclutados por los realistas prefirieron ocultarse en las montañas antes que ser obligados a servir a un ejército opresor.
La clase aristocrática de Cuenca y el clero alto, viendo el desarrollo de los acontecimientos libertarios, comienzan a actuar como tránsfugas hacia el lado de los patriotas.
Un ejemplo clásico:
…”Llama grandemente la atención, que en 1.814,el cura Javier Loyola, párroco de Chuquipata, apareciera como acusador contra Manuel Veintimilla y Domínguez, por el delito de favorecer a la causa revolucionaria, y como tal, de haber impedido que se lleve a cabo el reclutamiento de tropas en su parroquia (tropas para defender al rey)
El expediente fue remitido por el propio cura, para el conocimiento del Presidente Montes, quién a su vez devolvió para su informe al Comandante Antonio García Trelles. Este se expreso en términos de que el denunciante, Fray Javier Loyola, era un mentiroso y hábil en hacer informes falsos, púes, por ello, se le había separado varias veces de su curato. Y que la denuncia formulada contra Veintimilla era una calumnia, pues el acusado era un hombre de bien, dedicado a sus labores honradas y que, finalmente la denuncia había sido hecha por enemistades personales.
El Presidente Montes ordenó archivarse la denuncia, por falsa y temeraria, haciéndole entender al cura, que, en lo sucesivo cuide de mezclarse en asuntos que no eran de su incumbencia” (ANH/Q:P.de Quito,L493,30) Historia de la Gobernación de Cuenca 1777-1820-Juan Chacón Zhapan y otros.
Como el cura Loyola, Pablo Hilario Chica y Astudillo, Vázquez de Novoa, y otros han sido calificados por la historia como “tránsfugas tardíos” ciudadanos que se opusieron con bienes y personas a la causa revolucionaria e independentista de Quito; hasta cuando vieron perdidas sus aspiraciones, ambiciones y tal vez su libertad y bienes; entonces dieron cara tardíamente a la causa de la independencia; llegando a ocupar incluso cargos altos en la administración naciente de la Gran Colombia; y a llevar el honroso calificativo de héroes o próceres de la epopeya independentista .
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