lunes, 28 de marzo de 2011

“Un soldado feliz no adquiere ningún derecho para mandar a su patria. No es el árbitro de las leyes ni del Gobierno; es el defensor de su libertad”. SIMÓN BOLÍVAR. (2 de enero de 1.814)


“Excelentísimo Señor:
“Quiso Dios formar de salvajes un imperio y creó a Manco Cápac; pecó su raza y lanzó a Pizarro.
Después de tres siglos de expiación, tuvo piedad de la América y os ha enviado a voz.
 Sois, púes, el hombre de un designio providencial: nada de lo hecho atrás se parece a lo que habéis hecho, y para que alguno pueda imitaros, será preciso que haya un mundo por libertar. Habéis fundado tres repúblicas, que en el inmenso desarrollo a que están llamadas, elevarán vuestra estatua a donde ninguna ha llegado.
Con los siglos crecerá vuestra gloria, como crecen las sombras cuando el sol declina”.-
(Arenga que pronunció José Domingo Choqueguanca, un indígena ilustrado  durante un homenaje rendido al Libertador el  2 de agosto de 1.825).


Dr. José Domingo Choquguanca

1 comentario:

  1. La arenga es en verdad hermosa, pero la versión que aparece aquí citada es una de las tantas versiones erróneas. La verdadera, tal cual figura en la obra del investigador venezolano Leonardo Altuve Carrillo ("Choquehuanca y su arenga a Bolívar", Editorial Planeta, Buenos Aires, 1991; pág. 185), quien tuvo a la vista la única copia existente de puño y letra del propio Choquehuanca, conservada en la Biblioteca Nacional del Perú, es ésta:

    "Quiso Dios de salvajes formar un gran imperio y creó a Manco Cápac; pecó su raza y lanzó a Pizarro. Después de tres siglos de expiaciones ha tenido piedad de la América y os ha creado a vos. Sois pues, el hombre de un designio providencial. Nada de lo hecho hasta ahora se asemeja a lo que habéis hecho, y para que alguno pueda imitaros será preciso que haya un mundo por libertar. Habeis fundado tres repúblicas que en el inmenso desarrollo a que están llamadas, elevan vuestra estatua a donde ninguna ha llegado. Con los siglos crecerá vuestra gloria como crece la sombra cuando el sol declina".

    José Domingo, además, no era simplemente un "indígena ilustrado", sino un intelectual doctorado en teología y ambos derechos en la Real y Pontificia Universidad de San Francisco Javier, en la ciudad de La Plata (actual Sucre), y miembro de la nobleza inca del altiplano peruano, pues descendía por línea paterna de Paullu Inca, hijo de Huayna Cápac y medio hermano de Huáscar, Atahualpa y Manco Inca.

    Miguel Angel del Castillo M.

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