lunes, 28 de marzo de 2011

Armas III


Continuando con la descripción de este tipo de arma de fuego de chispa, debemos decir que los soldados que la portaban, debían tomar muchas precauciones para asegurar que la llave y en especial el rastrillo (fusil) y piedra estén completamente secos, para ello con un trapo o bandada cubrían y amarraban la llave preservándola de la humedad, y de que sea tocada con el dedo el rastrillo de acero  que es la parte en donde el pedernal (piedra) hace contacto violento para producir la lluvia de chispas, húmeda esta o con grasa de la mano, era imposible que este fusil abra fuego.

Hay muchas anécdotas referentes a la limpieza del rastrillo para que pueda hacer fuego sin problema. En el argot militar de la época se hablaba de mearse en las cazoletas; esto significaba que durante la noche los soldados incursionaba secretamente en el campamento del enemigo y se orinaban en las cazoletas de los fusiles que agrupados solían quedar fuera de las tiendas de campaña; ocasionando de esta manera la total imposibilidad de que al día siguiente se pueda usar el fusil; con todas las consecuencias que esto traía; reparar este daño requería desarmar toda la llave y desengrasar las piezas, que para la época era bastante difícil. Pues la orina en el acero imposibilitaba totalmente la acción de hacer chispas a la piedra contra el rastrillo, por el contenido graso de esta.
       
  Cuando no se podía hacer uso del mosquete o fusil entraba en escena los batallones de infantes a pie y lanceros a caballo, temibles soldados especialmente venezolanos de las pampas, que causaban terror al enemigo español, no diestro en el uso de esta temible arma, la lanza; estos lanceros por lo general de raza negra, fueron determinantes, con sus formidables cargas contra el enemigo.
      
   En algunos museos ecuatorianos podemos apreciar este tipo de armas de fuego (de chispa), pero desafortunadamente se encuentran confundidas entre otras armas de fuego que no corresponden  a las usadas en las gestas independentistas sino ya a épocas muy posteriores; púes vemos estas con armas de percusión que no fueron usadas  en  las épicas jornadas bélicas de nuestra independencia.
    
El ejército español, un ejército moderno comparado al nuestro que se gestó en los combates por la independencia, recién comienza a usar  el fusil de percusión hasta entrado el año 1836; nuestro ejército (creado en 1.838) ya hablando propiamente como república, siguió usando este fusil de chispa hasta mediados del siglo XIX, púes remplazar el sistema de chispa por el de percusión le era muy gravoso económicamente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario