viernes, 29 de julio de 2011

LOS "AYACUCHOS".


Es justo reconocer que los jefes militares españoles que sostuvieron el estandarte del rey español en el Alto y Bajo Perú lucharon por muchos años con imponderable valor y lealtad.
Derrotados tras incruentas batallas al final de la guerra de Independencia Americana, terminaron su carrera militar en América luego de la célebre y gloriosa batalla de AYACUCHO.
Regresaron a España vencidos lo que motivó ser llamados despectivamente los Ayacuchos por los políticos de Madrid.
Pese a ello fueron reconocidos luego por su política y su carrera militar.

Así el general Rodil,que rindió el último la fortaleza del real Felipe del Callao y arrió la bandera española, llegó a desempeñar el cargo de Presidente del Consejo de Ministros.


El General Baldomero Espartero, Conde de Luchana, fue regidor del reino; el general Andrés García Camba, llegó a Capitán general de Filipinas. El general Rafael Moroto, llegó a Jefe del Ejército de Don Carlos Isidro, logró poner fin a la Guerra entre Isabelinos y carlistas, mediante la Capitulación conocida como "El abrazo de Vergara".

Los Jefes españoles sostuvieron una dura lucha desde 1809 a enero de 1826 mes y año que capituló la Plaza fuerte del Callao (Perú).

Historiadores españoles censuran a los americanos manifestando que escogieron la ocasión menos digna para lanzar gritos de independencia , que abandonaron a la metrópoli en su mayor aflicción.
Estas recriminaciones son injustas.

El historiador ecuatoriano
Gonzáles Suárez refutando estas incriminaciones manifiesta:

"...¿ Que derecho más legítimo que el paterno? ¿Que autoridad más sagrada que la autoridad paterna?... y sin embargo llega el día cuando el hijo puede constituirse independiente y establecer hogar aparte,para honrar en una descendencia la memoria de su padre, aunque la resistencia de este a la emancipación de su hijo haya sido injusta.

Honrose España con haber dado la vida a la civilización de un mundo..."

"Triunfos y victorias guerreras no merecen una palabra de aprobación y aplauso, sino cuando, a par de las armas, haya salido triunfante y vencedora la justicia "

Merito es de nuestros Libertadores oficiales y soldados americanos, haberse batido en desigual lucha con oficiales y jefes vencedores de los franceses; y vencido a tan singulares Jefes Españoles.

-EL VALOR DE LOS VENCIDOS HONRA ES DEL VENCEDOR".

Aquellos soldaditos de Venezuela muy morenos y casi desnudos, que hicieron reír a García Camba, al desembarcar en Margarita con el "pacificador " Morillo; llevaron sus harapos hasta los extremos meridionales del continente, derrotando en todas sus partes a los europeos.



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